El Liberal - Saturday, April 20, 1895

Londres 19 (10-10 n.).

Oscar Wilde y Taylor han comparecido hoy ante sir John Bridge, juez de Bow Street.

La sala del tribunal está llena. Wilde ha adelgazado todavía más y está muy pálido. En su semblante se notan las huellas; de su amarga desesperación. Taylor conserva siempre su fisonomía burlona, pero sigue los debates con mucha atención.

El testigo Carlos Parker, al ser interrogado por el fiscal sobre sus relaciones con Taylor, vacila primero, pero ante la insistencia de las preguntas acaba por hacer confesiones repugnantes, que producen mucho efecto.

Taylor refiere también sus relaciones con Masón con detalles que repugnan. (Suprimimos la mayor parte de este telegrama.)

Después de oír las declaraciones de otros muchos testigos, el fiscal pide que el asunto pase al tribunal del Jurado.

Los abogados piden á su vez que se admita á sus defendidos fianza, y que se le conceda la libertad provisional.

Sir John Bridge rechaza esta petición, y declara que los dos acusados comparecerán ante el Jurado.

Inmediatamente después, Oscar Wilde y Taylor son conducidos à sus réspectivas celdas.

La opinión pública continúa muy excita da por este extraño proceso. - Havas

La Iberia - Saturday, April 20, 1895

Ante el juez de Bow-Street comparecieron ayer Oscar Wilde y Taylor. La sala de audiencia estaba completamente llena de público.

Oscar ha adelgazado todavía más y está muy pálido. En su semblante se notan las huellas de su amarga desesperación. Taylor conserva siempre su fisonomía burlona, pero sigue los debates con mucha atención.

El testigoo Carlos Parker al ser interrogado por el fiscal sobre sus relaciones con Taylor, vacila primero, pero ante la insistencia de las preguntas acaba por hacer confesiones repugnantes, que producen mucho efecto.

Taylor refiere también sus relaciones con Mason, con detalles que repugnan.

Después de oír las declaraciones de otros muchos testigos, el fiscal pide que el asunto pase el tribunal del Jurado.

Los abobados piden á su vez que se admita á sus defendidos fianza, y que se les conceda la libertad provisional.

Sir John Bridge rechaza esta petición, y declara que los dos acusados comparecerán ante el Jurado.

Inmediatamente después. Oscar Wilde y Taylor son conducidos á sus respectivas celdas.

La opinión pública continúa muy excitada por este extraño proceso.

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