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Next report La Iberia - Saturday, April 6, 1895

LOS ESCÁNDALOS EN INGLATERRA

De tiempo en tiempo vienen noticias de Londres relatando hechos tan escandalosos, que hacen dudar si los tales se han cometido en nación tan civilizada, ó son engendro de algún espíritu conturbado.

Actualmente en Londres no se habla de otra cosa que del escandaloso pleito pendiente entre el marqués de Queensbury y Oscar Wilde, pleito que fué fallado ayer por los tribunales.

La importancia de los personajos nos obliga á dar cuenta de este litigio tomándolo de las noticias telegráficas que publica un periódico de la mañana.

Véase ahora todo lo que hay en este asqueroso asunto:

Oscar Wilde es el célebre redormador de las ideas estéticas que por sus extravagancias y por sus trajes, recordando los del tiempo de Carlos II, concentró en su persona la atención pública, llegó á formar escuela, tiene miles de partidarios, y sobre todo de partidarias, en las clases aristocráticas, y es personalidad tan saliente que Max Nordau, en su obra reciente Degeneración, le dedica un capítulo, como á Zola, á Ibsen y demás reformadores.

Oscar Wilde es el célebre reformador de las ideas estéticas que por sus extravagancias y por sus trajes, recordando los del tiempo de Carlos II, concentró en su persona la atención pública, llegó á formar escuela, tiene miles de partidarios, y sobre todo de partidarias, en las clases aristocráticas y es personalidad tan saliente que Max Nordau, en su obra reciente Degeneración, le dedica un capitulo, como á Zola, á Ibsen y demás reformadores.

Oscar Wilde es el célebre reformador de las ideas estéticas que por sus extravagancias y por sus trajes, recordando los del tiempo de Carlos II, concentró en su persona la atención pública, llegó á formar escuela, tiene miles de partidarios, y sobre todo de partidarias, en las clases aristocráticas y es personalidad tan saliente que Max Nordau, en su obra reciente Degeneración, le dedica un capitulo, como á Zola, á Ibsen y demás reformadores.

Wilde viste ahora como todo el mundo, y hasta se ha casado. Pero continúa siendo el jefe de la escuela estética fin de siglo, cuyas teorías ha llevado al teatro.

Wilde viste ahora como todo el mundo, y hasta se ha casado. Pero continúa siendo el jefe de la escuela estética fin de siglo, cuyas teorías ha llevado al teatro.

Wilde viste ahora como todo el mundo, y hasta se ha casado. Pero continúa siendo el jefe de la escuela estética fin de siglo, cuyas teorías ha llevado ai teatro.

Oscar Wilde había tenido siempre á su alrededor varios amigos muy íntimos. Entre ellos figuraba un hijo del marqués de Queensbury, ya la intimidad con éste no fué interrumpida por el casamiento de Wilde.

Oscar Wilde había tenido siempre á su alrededor varios amigos muy íntimos. Entre ellos figuraba un hijo del marqués de Queensbury, y la intimidad con éste no fué interrumpida por el casamiento de Wilde.

Oscar Wilde había tenido siempre á su alrededor varios amigos muy íntimos. Entre ellos figuraba un hijo del marqués de Queensbury, y la intimidad con éste no fué interrumpida por el casamiento de Wilde.

El marqués de Queensbury es otro extravagante, pero en sentido muy opuesto al del reformador de la estética. Es el marqués el gran protector de los campeones del boxeo, y tan entusiasta por este arte, que él también lo practica con extraordinario éxito, y más de una vez ha recurrido á el en sus cuestiones personales.

El marqués de Queensbury es otro extravaga nte, pero en sentido muy opuesto al del reformador de la estética. Es el marqués el gran protector de los campeones del boxeo, y tan entusiasta por este arte, que él también lo practica con extraordinario éxito, y más de una vez ha recurrido á él en sus cuestiones personales.

El marqués de Queensbury es otro extravaga nte, pero en sentido muy opuesto al del reformador de la estética. Es el marqués el gran protector de los campeones del boxeo, y tan entusiasta por este arte, que él también lo practica con extraordinario éxito, y más de una vez ha recurrido á él en sus cuestiones personales.

El fué quien el verapo pasado se fué á Badén á buscar á lord Rosebery, el actual jefe del partido liberal y presidente del Consejo de ministros, para dar á tan ilustre personaje una paliza en regla. El delito de lord Rosebery consistía en haber concedido al hijo del marqués un título contra el cual protestaba lord Queensbury por no haberlo pedido él, y por parecerle que era ya demasiada la amistad de su hijo con el primer ministro cuando llegaba hasta hacer que éste le diera un título nobiliario al chico.

El fué quien el verano pasado se fué á Badén á buscar á lord Rosebery, el actual jefe del partido liberal y presidente del Consejo de ministros, para dar á tan ilustre personaje una paliza en regla. El delito de lord Rosobery consistía en haber concedido al hijo del marqués un título contra el cual protestaba lord Queensbury por no haberlo pedido él y por parecería que era ya demasjada la amistad de su hijo con el primer ministro cuando llegaba hasta hacer que éste le diera un titulo nobiliario al chico.

El fué quien el verano pasado se fué á Badén á buscar á lord Rosebery, el actual jefe del partido liberal y presidente del Consejo de ministros, para dar á tan ilustre personaje una paliza en regla. El delito de lord Rosobery consistía en haber concedido al hijo del marqués un título contra el cual protestaba lord Queensbury por no haberlo pedido él y por parecería que era ya demasjada la amistad de su hijo con el primer ministro cuando llegaba hasta hacer que éste le diera un titulo nobiliario al chico.

Con este motivo se recuerda que el verano pasado el marqués de Queensbury, que es afamado púgil, fué á Baden, donde residía lord Rosebery, y le dió una tremenda paliza, por haber concedido al hijo del marqués un título contra el cual profestaba lord Queensbury por no haberlo pedido él y por parecerle que era ya demasiada la amistad de su hijo con el primar ministro, cuando llegaba hasta hacer que éste diera un titulo nobiliaria al joven.

Con este motivo se recuerda que el verano pasado el Marqués de Queensbury, que es afamado púgil, fué á Baden, donde residía Lord Rosebery, y le dió una tremenda paliza, por haber concedido al hijo del Marqués un título contra el cual profestaba Lord Queensbury por no haberlo pedido él y por parecerle que era ya demasiada la amistad de su hijo con el primar ministro, cuando llegaba hasta hacer que éste diera un titulo nobiliaria al joven.

Recientemente, desesperado el marqués de Queensbury de no poder separar á su hijo de la intimidad de Oscar Wilde, publicó una carta terrible contra éste, acusándole en crudo de repugnantes inmoralidades.

Recientemente, desesperado el marqués de Queensbury de no poder separar a su hijo da la intimidad de Oscar Wilse, publicó una carta terrible contra éste, acusándole en crudo de repugnantes inmoralidades.

Oscar Wilde contestó llevando á los tribunales al marqués, bajo la acusación de injuria y calumnia.

Oscar Wilde contestó llevando á los Tribunales al marqués, bajo la acusación de injuria y calumnia.

Oscar Wilde contestó llevando á los tribunales al marqués, bajo la acusación de injuria y calumnia.

Oscar Wilde contestó llevando á los Tribunales al Marqués, bajo la acusación de injuria y calumnia.

Oscar Wilde contestó llevando á los tribunales al marqués, bajo la acusación de injuria y calumnia.

El Jurado no se contentó con absolver al marqués de la acusación de injuria y calumnia.

El Jurado no se contentó con absolver al marqués de la acusación de injuria y calumnia.

En la vista del proceso instruido con tal motivo contra el marqués, éste ha presentado documentos y testigos cuyas revelaciones, del género más escandaloso que puede imaginarse, han probado que no era infundada la acusación lanzada por el aristócrata contra el corruptor de su hijo.

En la vista del proceso instruido con tal motivo contra el marqués, éste ha presentado documentos y testigos cuyas revelaciones, del género más escandaloso que puede imaginarse, han probado que no era infundada la acusación lanzada por el aristócrata contra el corruptor de su hijo.

En la vista del proceso instruido con tal motivo contra el Marqués, éste ha presentado documentos y testigos cuyas revelaciones, del género más escandaloso que puede imaginarse, han probado que no era infundada la acusación lanzada por el aristócrata contra el corruptor de su hijo.

En la vista del proceso instruido con tal motivo contra el marqués, éste ha presénta lo documentos y testigos cuyas revelaciones, del género más escandaloso que puede imaginarse, han probado que no era infundada la acusación lanzada por el aristócrata contra el corruptor de su hijo.

En la vista del proceso instruido con tal motivo contra el marqués, éste ha presénta lo documentos y testigos cuyas revelaciones, del género más escandaloso que puede imaginarse, han probado que no era infundada la acusación lanzada por el aristócrata contra el corruptor de su hijo.

En vista de estas declaraciones, al hacer el resumen el presidente del tribunal, levantóse Sir A. Clarke, uno de los juriconsultos más eminentes de Inglaterra y abogado de Oscar Wilde, y declaró que retiraba, la demanda por injuria y calumnia entablada contra lord Queensbury, y que, por lo tanto, se hallaba dispuesto á aceptar un veredicto absolutorio del Jurado para el acusado por su cliente.

En vista de estas declaraciones, al hacer el resumen el presidente del tribunal, levantose Sir A. Clarke, uño dé los jurisconsultos más eminentes de lnglaterra y abogado de Oscar Wilde, y déclaró que retiraba la demanda por injuria y calumnia entablada contra lord Queensbury, y que, por lo tanto, se hallaba dispuesto á aceptar un veredicto absolutorio del Jurado para el acusado por su cliente.

En vista de estas declaraciones, al hacer el resumen el presidente del tribunal, levantose Sir A. Clarke, uño dé los jurisconsultos más eminentes de lnglaterra y abogado de Oscar Wilde, y déclaró que retiraba la demanda por injuria y calumnia entablada contra lord Queensbury, y que, por lo tanto, se hallaba dispuesto á aceptar un veredicto absolutorio del Jurado para el acusado por su cliente.

Las declaraciones de los testigos han sido tan extraordinariamente graves, que el defensor de Oscar Wilde, uno de los más eminentes jurisconsultos de Inglaterra, Sir A. Clarke, se levantó para manifestar que retiraba la demanda por injuria y calumnia entablada contra lord Queensbury, y que, por lo tanto, se hallaba dispuesto á aceptar un veredicto absolutorio del Jurado para el acusado por su cliente.

Las declaraciones de los testigos han sido tan extraordinariamente graves, que el defensor de Oscar Wilde, uno de los más eminentes jurisconsultos de Inglaterra, Sir A. Clarke, se levantó para manifestar que retiraba la demanda por injuria y calumnia entablada contra Lord Queensbury, y que, por lo tanto, se hallaba dispuesto á aceptar un veredicto absolutorio del Jurado para el acusado por su cliente.

Las palabras del representante de Wilde, y por tanto acusador del marqués, produjeron una impresión profundísima, porque equivalían á reconocer que eran ciertos los terribles cargos hechos por lord Queensbury contra el jefe de los estéticos.

Las palabras del representante de Wilde, y por tanto acusador del marqués, produjeron una impresión profundísima, porque equivalían á reconocer que eran ciertos los terribles cargos hechos por lord Queensbury centra el jefe de los estéticos.

Las palabras del representante de Wilde, y por tanto acusador del marqués, produjeron una impresión profundísima, porque equivalían á reconocer que eran ciertos los terribles cargos hechos por lord Queensbury centra el jefe de los estéticos.

Estas palabras del representante de Wilde, y por tanto acusador dal marqués, produjeron una impresión profundísima, porque equivalían á reconocer que eran ciertos los terribles cargos hechos por lord Queensbury.

Estas palabras del representante de Wilde, y por tanto acusador dal Marqués, produjeron una impresión profundísima, porque equivalían á reconocer que eran ciertos los terribles cargos hechos por Lord Queensbury.

El Jurado no se contentó con absolver al marqués de la acusación de injuria y calumnia.

El Jurado no se contentó con absolver al marqués de la acusación de injuria y calumnia.

El Jurado no se contentó con absolver al marqués de la acusación de injuria y calumnia.

Oscar Wilde contestó llevando á los Tribunales al marqués, bajo la acusación de injuria y calumnia.

Oscar Wilde contestó llevando á los tribunales al marqués, bajo la acusación de injuria y calumnia.

Oscar Wilde contestó llevando á los Tribunales al Marqués, bajo la acusación de injuria y calumnia.

Oscar Wilde contestó llevando á los tribunales al marqués, bajo la acusación de injuria y calumnia.

Añadió en su veredicto que los cargos hechos por lord Queensbury contra Oscar Wilde de son ciertos y fueron publicados en interés público.

Anadió en su veredicto « que los cargos hechos por lord Queensbury contra Oscar Wilde son ciertos y fueron publicados en interés público. »

Anadió en su veredicto que los cargos hechos por lord Queensbury contra Oscar Wilde son ciertos y fueron publicados en iuteréa público.

POR TELÉGRAFO
(De la Agencia Fabra.)

Londres 6.- Los periódicos de esta mañana confirman la noticia de que anoche fué preso el Sr. Wilde, cuyo escandaloso proceso es objeto de todas las conversaciones.

LONDRES 6.-Los periódicos de esta mañana confirman la noticia de que anoche fué preso el Sr. Wilde, cuyo escandaloso procesa es objeto de todas las conversaciones.

Londres 6.-Los periódicos de esta mañana confirman la noticia de que anoche fué preso el Sr. Wilde, cuyo escandaloso procesa es objeto de todas las con versaciones.

Londres 6. - Los periódicos de esta mañana confirman la noticia de que anoche fué preso Mr. Wilde, cuyo escandaloso procesa es objeto de todas las conversaciones.

Londres, Abril 6.-Los periódicos de esta mañana confirman la noticia de que anoche fué preso el Sr. Wilde, cuyo escandaloso procesa es objeto de todas las conversaciones.

Los periódicos de esta mañana confirman la noticia de que anoche fué preso sir Wilde, cuyo escandaloso proceso es objeto de todas las conversaciones.

Londres 6.- Lord Alfredo Douglas, el amigo íntimo de Wilde, cuyo proceso tanto escándalo produce, ha ofrecido hoy la fianza para que aquél sea puesto en libertad provisional.

Londres 6. - Lord Alfredo Douglas, el amigo íntimo de Wilde, cuyo proceso tanto escándalo produce, ha ofrecido hoy la fianza para que aquél sea puesto en libertad provisional.

LONDRES 6.--Lord Alfredo Douglas, el amigo intimo de Wilde, cuyo proceso tanto escándalo produce, ha ofrecido hoy la fianza para que aquél sea puesto en libertad provisional.

LONDRES 6.-Lord Alfredo Douglas, el amigo intimo de Wilde, cuyo proceso tanto escándalo produce, ha ofrecido hoy la fianza para que aquél sea puesto en libertad provisional.

Londres, Abril 6.--Lord Alfredo Douglas, el amigo intimo de Wilde, cuyo proceso tanto escándalo produce, ha ofrecido hoy la fianza para que aquél sea puesto en libertad provisional.

Lord Alfredo Douglás, el amigo intimo de Wilde, cuyo proceso tanto escándalo produce, ha ofrecido hoy la fianza para que aquél sea puesto en liberta provisional.

Mañana se reuñirá el tribunal para tratarde este asunto y oir al acusado.

Mañana se reunirá el Tribunal para tratar de este asunto y oir al acusado.

Mañana se reunirá el Tribunal para tratar de este asunto y oir al acusado.

Mañana se reunirá el tribunal para tratar de este asunto y oír ai acusado.

Mañana se reunirá el tribunal para tratar de este asunto y oir al acusado. - Fabra

Mañana se reuñirá el tribunal para tratar de este asunto y oir al acusado. - FABRA.

SCANDALS IN ENGLAND

From time to time, news comes from London recounting events so scandalous that they make one doubt whether they have been committed in such a civilized nation, or are the spawn of some disturbed spirit.

Currently in London there is no talk of anything other than the scandalous lawsuit pending between the Marquess of Queensbury and Oscar Wilde, a lawsuit that was decided yesterday by the courts.

The importance of the characters compels us to give an account of this dispute by taking it from the telegraphic news published in a morning newspaper.

Now see all there is to this filthy business:

Oscar Wilde is the famous redormador of aesthetic ideas who, due to his extravagances and his costumes, recalling those of the time of Carlos II, concentrated public attention on his person, came to form a school, has thousands of supporters, and especially supporters. , in the aristocratic classes, and he is such an outstanding personality that Max Nordau, in his recent work Degeneration, dedicates a chapter to him, like to Zola, to Ibsen and other reformers.

Wilde now dresses like everyone else, and has even married. But he continues to be the head of the fin de siècle aesthetic school, whose theories he has taken to the theater.

Oscar Wilde had always had several very close friends around him. Among them was a son of the Marquess of Queensbury, and intimacy with him was not interrupted by Wilde's marriage.

The Marquess of Queensbury is another flamboyant, but in the very opposite sense of the reformer of aesthetics. The Marquis is the great protector of boxing champions, and so enthusiastic about this art that he also practices it with extraordinary success, and has resorted to it more than once in his personal affairs.

He was the one who last summer went to Baden to look for Lord Rosebery, the current head of the Liberal Party and President of the Council of Ministers, to give such an illustrious character a proper beating. Lord Rosebery's crime consisted in having granted the Marquess's son a title against which Lord Queensbury protested for not having asked for it himself, and for feeling that his son's friendship with the Prime Minister was too much when he went so far as to make the latter ask him for it. give the boy a noble title.

Recently, the Marquess of Queensbury, desperate at not being able to separate his son from Oscar Wilde's intimacy, published a terrible letter against him, crudely accusing him of repugnant immoralities.

Oscar Wilde answered by taking the Marquis to court, on charges of libel and calumny.

In the hearing of the process initiated for this reason against the Marquis, he has presented documents and witnesses whose revelations, of the most scandalous kind that can be imagined, have proven that the accusation launched by the aristocrat against the corruptor of his son was not unfounded.

In view of these declarations, when summing up the chief justice, Sir A. Clarke, one of the most eminent lawyers in England and attorney for Oscar Wilde, arose and declared that he was withdrawing the suit for libel and calumny brought against Lord Queensbury. and that, therefore, he was willing to accept a verdict of acquittal from the jury for the defendant for his client.

The words of Wilde's representative, and therefore accuser of the Marquis, produced a most profound impression, for they amounted to acknowledging that the terrible charges made by Lord Queensbury against the chief beautician were true.

The Jury was not content with acquitting the Marquis of the accusation of libel and calumny.

He added in his verdict that the charges made by Lord Queensbury against Oscar Wilde are true and published in the public interest.

BY TELEGRAPH
(From the Fabra Agency.)

London 6.- This morning's papers confirm the news that Mr. Wilde was arrested last night, whose scandalous trial is the subject of all conversations.

London 6.- Lord Alfredo Douglas, Wilde's close friend, whose trial produces so much scandal, today offered bail for Wilde to be released provisionally.

Tomorrow the court will meet to deal with this matter and hear the accused.